lunes, 7 de diciembre de 2009

La investigacion es la fuente del conocimiento

Si bien se puede describir “el conocimiento en la investigación” desde dos perspectivas diferentes, donde la primera sería
la importancia de una buena documentación tanto escrita y didáctica como empírica para la buena elaboración de una investigación; también, se puede mirar desde otro punto de vista y enfocarse en el conocimiento adquirido tras la investigación en cuestión. Entonces nace la pregunta ¿cuál perspectiva es más importante que cuál?
Cabe destacar que por investigación se entiende que es “la búsqueda de conocimiento o de soluciones a problemas de carácter científico o cultural; en otras palabras, es la búsqueda intencionada de conocimientos o soluciones a problemas.” Y ¿qué es conocimiento? Una definición táctica de conocimiento sería: “Conocimiento es la capacidad para convertir datos e información en acciones efectivas”.
Con estos datos podemos empezar a despejar nuestra pregunta inicial haciendo la afirmación de que investigación en sí misma es búsqueda de conocimiento, entonces: ¿por qué el conocimiento después de la investigación es más importante que el anterior? Fácil… El conocimiento se desarrolla con el apoyo de la investigación y nunca al revés.
La epistemología genética de Piaget, es un claro ejemplo de lo anterior, donde se pretendía construir una teoría general del conocimiento con base en los resultados de ciencia positiva que se ocupa de los procesos cognoscitivos o sea, investigación pura para llegar a aumentar el conocimiento ya obtenido por medio del estudio previo. El ejemplo piagetano deja clara la relación Conocimiento-Investigación-Conocimiento y con esto queda respondida la pregunta inicial de cual perspectiva es más importante. Pero al responder esta pregunta nace una más compleja: el conocimiento inicial ¿de dónde salió?
El descubrimiento, la inventiva, la capacidad de resolver problemas mediante la creatividad y el pensamiento divergente son característicos de la heurística. En la cuestión de la disciplina científica la heurística es aplicable a cualquier ciencia y de hecho es utilizable para cualquier búsqueda de solución de problemas que no cuente con un procedimiento algorítmico. Así pues, esta capacidad humana podría ser considerada parte sustancial de la fuente de nuestros conocimientos iníciales. A tal punto llega la inclusión de la heurística en la investigación que se afirma que una teoría científica tiene un alto valor heurístico si es capaz de generar nuevas ideas o inducir nuevas invenciones. Para ello, sin ser irrelevante, no es imprescindible que dicha teoría sea cierta.
Casi resulto nuestro nuevo dilema queda un solo detalle….¿Y Dios? ¿Dónde queda Dios es todo esto? ¿Qué papel juega Dios en el conocimiento y por ende en la investigación como tal?
Si se puede probar que el conocimiento inicial o como le llamaría Emmanuel Kant conocimiento a priori es inducido o impulsado por Dios entonces podríamos afirmar que Dios tiene el conocimiento de todas las cosas o en otras palabras Dios es la fuente del conocimiento y por tanto toda investigación deberá ser en sí misma la búsqueda de Dios.
La ontología se ocupa de la definición del ser y de establecer las categorías fundamentales o modos generales de ser de las cosas a partir del estudio de sus propiedades, estructuras y sistemas; básicamente, una investigación de las cosas para su posterior categorización. Estas categorías son en si las nociones más abstractas y generales por las cuales las ideas y los objetos son reconocidos, diferenciados y entendidos.
Como se menciona al inicio, para una buena investigación se necesita conocimiento didáctico y empírico, o sea tomado de las experiencias, llamado “a posteriori” pero como vimos más adelante con ayuda de la heurística logramos descubrir que un conocimiento inicial es necesario para dicha investigación. Ese conocimiento puede ser llamado “a priori ” puesto que siempre ha existido y es universal; dicho esto podríamos concluir que la ontología es el estudio de los conceptos a priori que residen en el entendimiento y tienen su uso en la experiencia.
Si afirmáramos que ese conocimiento a priori es dado por Dios entonces mi frase “Dios es la fuente del conocimiento” se convertiría automáticamente en una tautología tan redundante como afirmar un cuadrado tiene cuatro lados.
Para concluir y a sabiendas de que “el conocimiento en la investigación” no es más que una frase que refleja la relación Conocimiento-Investigación-Conocimiento, explicada anteriormente, y que dicho conocimiento si fuese dado por Dios nos obligaría a entender que toda investigación y en si la ciencia misma está supeditada a la búsqueda de la existencia o no de él. Entonces esa búsqueda del conocimiento deberá estar fielmente apegada a principios y valores que nos permitan diferenciar entre lo posible, aceptable y debido.